En el aniversario de la Ley de Cuotas, el Instituto Jô Clemente (IJC) lanza la campaña "Nuestro Trabajo se Mezcla con el Suyo" para alertar sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad
Con el hashtag #nossotrabalhosemisuturacomoseu, la campaña muestra que la inclusión laboral de personas con discapacidad puede ir mucho más allá del cumplimiento de la Ley de Cuotas. La inclusión y la diversidad deben ir de la mano, insertadas en las dimensiones del ESG, para guiar el camino de la inclusión laboral en las empresas.
El Instituto Jô Clemente (IJC), referencia nacional en la inclusión de personas con discapacidad intelectual y/o Trastorno del Espectro Autista (TEA), lanza el próximo 24 de julio - en referencia al aniversario de la Ley de Cuotas - la campaña "Nuestro Trabajo se Mezcla con el Suyo" sobre inclusión laboral de personas con discapacidad.
El objetivo de la campaña, que tendrá una duración de 1 mes, es alertar a la sociedad y a los organismos gubernamentales de que, mucho más allá de la Ley de Cuotas, diversidad e inclusión deben ir de la mano y que la inclusión de personas con discapacidad puede convertirse en una ventaja competitiva para las empresas.
La fecha de inicio de la campaña marca el aniversario de 31 años de la promulgación de la Ley nº 8.213, del 24 de julio de 1991, conocida como Ley de Cuotas, que dice en el Artículo 93: "La empresa con 100 (cien) o más empleados está obligada a llenar de 2% (dos por ciento) a 5% (cinco por ciento) de sus cargos con beneficiarios rehabilitados o personas con discapacidad, habilitadas."

La participación de personas con discapacidad en el mercado de trabajo formal se mantiene estable, pero en un nivel muy bajo: según datos de la Relación Anual de Informaciones Sociales (Rais), un informe de información socioeconómica solicitado por el Ministerio de Trabajo y Empleo anualmente a las empresas, en 2019 las personas con discapacidad ocupaban el 1,09% de los puestos de trabajo formales y en 2020 representaban el 1,07% de esos puestos. En relación con el stock de empleos por tipo de discapacidad, los trabajadores con discapacidad intelectual ocupan el último lugar del público contratado (9,23%), precedidos por aquellos con discapacidad visual (16,68%), auditiva (17,89%) y física (44,46%).

La inclusión laboral de personas con discapacidad sigue siendo un desafío. Los números nos muestran que, incluso después de 30 años, la Ley de Cuotas aún no se cumple completamente. Tenemos mucho que celebrar porque hemos avanzado bastante y sin la ley, difícilmente tendríamos un gran número de personas con discapacidad empleadas. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos por delante, especialmente debido a las constantes amenazas que sufre esta ley en diferentes esferas del poder público. Desafortunadamente, hay resistencia por parte de algunos sectores de la sociedad, lo que dificulta el cumplimiento de la ley. Todavía existe una idea errónea de que las personas con discapacidad no son capaces de asumir puestos de trabajo", dice Flávio Gonzalez, ejecutivo de Negocios Sociales del IJC. Según la última Encuesta Nacional de Salud (PNS), realizada en 2019 y publicada en agosto de 2021 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), una de cada cuatro personas con discapacidad de 14 años o más están desocupadas, lo que representa más del doble de los desocupados sin discapacidad.
"La inclusión profesional de personas con discapacidad sigue siendo un desafío. Los números nos muestran que, incluso después de 30 años, la Ley de Cuotas aún no se cumple plenamente. Sí, tenemos mucho que celebrar porque hemos avanzado mucho y sin la ley difícilmente tendríamos un gran número de personas con discapacidad empleadas. Sin embargo, todavía hay muchos desafíos por delante, especialmente debido a las constantes amenazas que esta ley enfrenta en diferentes esferas del poder público. Desafortunadamente, hay resistencia por parte de algunos sectores de la sociedad, lo que dificulta el cumplimiento de la ley. Todavía hay una idea errónea de que las personas con discapacidad no son capaces de ocupar puestos de trabajo", dice Flávio Gonzalez, ejecutivo de Negocios Sociales del IJC.
Según la última Encuesta Nacional de Salud (PNS), realizada en 2019 y publicada en agosto de 2021 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), una de cada cuatro personas con discapacidad de 14 años o más está desempleada, lo que representa más del doble de los desempleados sin discapacidad."
"Estas cifras son extremadamente preocupantes desde el punto de vista de la subsistencia de las personas con discapacidad, ya que a pesar de que existen beneficios dirigidos a este público, como el Beneficio de Prestación Continua (BPC), por ejemplo, no cubren a todas las personas con discapacidad, solo a aquellas que se encuentran en extrema vulnerabilidad", evalúa Víctor Martinez, supervisor del Servicio de Inclusión Profesional y Longevidad del IJC.
En 2013, el IJC se convirtió en una institución formadora de aprendices y adoptó la Metodología de Empleo Apoyado, utilizada en varios países, en la que jóvenes y adultos con discapacidad intelectual son incluidos y reciben apoyo técnico en el propio lugar de trabajo durante al menos 12 meses. Con esto, las personas que históricamente tenían dificultades para trabajar reciben el apoyo necesario para su efectiva inclusión y permanencia en el empleo.

Desde 2013, el IJC ha incluido a más de 3.500 personas con discapacidad intelectual en más de 50 empresas y organismos públicos. En los últimos años, la tasa de retención de estas personas ha sido de más del 90%. "Realizamos un trabajo con el objetivo de crear una cultura de valoración de la diversidad y la equidad. Por otro lado, conocemos de cerca a cada persona y tratamos de identificar sus fortalezas, intereses y necesidades de apoyo. Se ofrecen cursos y orientaciones diversas, antes y después de la inclusión, de acuerdo con las características individuales de cada colaborador y las necesidades de la empresa. Nos corresponde a nosotros, como sociedad civil, buscar contribuir efectivamente a la construcción de un país más inclusivo", completa Víctor.
Para el Instituto Jô Clemente (IJC), practicar e implementar la diversidad y la inclusión exige mucho más que cumplir con la Ley de Cuotas. "Deben ir de la mano con la cultura de la innovación para nuevas y buenas prácticas. Los equipos diversificados agregan nuevas perspectivas, propuestas y visiones para una sociedad más humana, colaborativa y justa. Es lo que las iniciativas en ESG (del inglés Environmental, Social, Governance) estimulan y en lo que las empresas que lideran el movimiento por un mundo más inclusivo deben estar comprometidas, pudiendo contar con nuestro apoyo", concluye Daniela Mendes, Superintendente General del IJC.